
Ya no saben qué inventar, señores; ahora la última moda entre los comerciantes de la droga es adiestrar loros para alarmarlos de la llegada de la policía a sus escondites, naves y domicilios.
Una de las frases más enseñadas a las aves es la siguiente: "corre, corre, que te coge el gato". Y así es como consiguen en algunos casos escaparse de las fuerzas de seguridad.
Pero...¿qué sentido tienen dichas detenciones?, ¿hasta que punto estos animales serán de ayuda para la detención de sus responsables?. ¿No tienen nada mejor en lo que emplear sus horas de servicio?
El pobre loro se quedó en manos de la policía medioambiental y, espero, pase a una mejor vida ¡junto a sus demás compañeros!
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